Gracias al supremo destino
por hacerme solitario
melancólico
odiado por la mayoría
y bastante terco
conjugué versos de amor
y odas de esperanzas
gracias al supremo destino
por ser irreverente
y sembrar rosas
en jardines olvidados
por tejer utopías
y amaneceres perdidos
en crueles dudas
gracias al destino
por tener dos manos que buscan
libertad y sueños en amaneceres.