Voy a decirlo bajito,
bajito que incluso
podría ser pequeño.
Más aun, para que sean menos
los trozos en que se rompa
si tu no respondes.
Lo diré susurrando,
porque así será más sencillo
que el viento lo arrastre
como por descuido.
Lo diré sin que llegue a la criba,
la que está sobre los hombros,
podrá ser así cosa de niña inocente,
tornarse una carcajada, ¡o un juego!,
por si acaso en tus ojos
descubriese recelo.
Lo dejaré somnoliento
entre el orgasmo y un beso,
por si te causara disgusto,
para que encontremos en ellos
la excusa perfecta
a tu miedo y mi miedo.
.. ......