maria te

TRISTEZA VENCIDA

Madrugué tarde en su vida 
anochecí en su amanecer
sonámbula levanté las alas 
imaginé que me atardecía 

Y en esa mañana podrida de dolor, me abandoné
partí mis alas entumecidas del frío sepulcral
Amanecí en mi hoy 
jugué el mismo juego,
reviví el corazón y conocí su alma



Tengo la tristeza, 
tristeza burlona
tristeza buscada y encontrada
olvidada, la que repentinamente invadió
con un hálito de suspiro ingenuo
aquel que duele, aquel que rompe

En el umbral de la noche quieta y misteriosa
moví el alma, ella dueña y señora
quemó el cuerpo, no la penetró
Encogida me arropó, me detuvo
y disparó sin control en el ocaso de la muerte.

La luna llegó y con ella la vida¡