Una extraña sensación
Como un hormigueo
Eso me inspiras… cuando te veo.
Un sonrojo que sube y baja
Muchas palomas allí aletean
Grillos, luciérnagas, luces que brillan
Al presentir al fin tu regreso.
Es un delirio todas mis noches
Y al levantar mis ojos hacia tu cerro
Allá estás viendo a mi cárcel
Mi ausente amor de ojazos negros.
Y en un suspiro entrego mi alma
Quiero volar… quiero correr
Saltar la cerca que de ti me aleja
Y entregar en tus brazos todas mis quejas.
Pero te marchas sin un adiós
Me dejas sin despedida
Y un carcelero toma mi vida
Para llenarla de dulces sueños.
Fue mi destino amarte tanto
He visto un campo de verdes pampas
Donde brillan hermosas ancas
Y se enamoran las almas solas.
Y aquí me quedo… hasta que vuelvas
Sobre la misma roca fuerte;
La que sostiene mi enorme peso
Que se aliviana sólo con verte.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 1/13