Uno piensa en la mujer que no tiene
Y en la vida que no tiene
Y en el amor que no encuentra.
Uno se da vueltas en la cama
Como un leopardo sin manchas
Como un esclavo sin dueño
Como yo, cuando no te tengo.
Uno piensa en esa mujer
Como la veleta del viento
Como la cuerda del poso
La hidria del agua
Y la magia de un cuento.
Yo recreo a mi mujer
-Que en verdad no es mía-
Con sus ojos hirviendo
Por mí, por mis besos,
Por lo que no tengo.
Pienso en ti mujer
Para sacarte de adentro
Para hacerte real
Y ponerte cemento
Y no escapes nuevamente
A un poema muerto
Quédate frente a mí
Se, la mujer que no tengo.