Black Lyon
Directo a tu cabeza
Veámos...
Cada persona piensa diferente y desde su propia subjetividad, perciben su entorno, ¿bien? entonces, cada idividuo tiene su propia creencia, propio Dios... Nadie conoce a Dios, por lo tanto son meras especulaciones y/o en su caso adoctrinamiento de una sociedad. Prescidiendo de aquello, cada persona tiene su propio Dios, de ahí mi frase: "Tú Dios y mi Dios no es el mismo, y mucho menos el de tu hermano".
Pero, apesar de tantos silogismos, metafísica y misterio... todos tenemos la necesidad ontológica, una razón casi esotérica para creer sin conocer... existiendo tantos dioses inmanentes, es como una ramificación de un solo punto, una fuerza creadora superior. Llámese "Dios, YHVE, Jeovah, Zoharariel, Universo... etc", que nos incita a buscarle.
Discutía yo con un ateo, pues niegan lo que ni siquiera está comprobado, aun que sea el mero concepto. Para mí, desde el moménto que lo niegas, lo reconoces de alguna manera, y terminé persuadiendole, que en lugar de contender y llamarse ateo, lo más conveniente sería que, cuando le preguntasen acerca de Dios y sí creía en él/ella... mejor dijera que no cree en nada.
¿Para qué discutir sí ni siquiera está comprobado?
Asentó con un movimiento afirmativo con la cabeza, pero sí le dije que, la existencia de Dios queda en un "tal vez", por lo tanto, puede que exista y puede que no. Más no, en una férrea oposición beligerante.
Muchos aluden la ontología como temor a la muerte, pero no es a la muerte a lo que tememos en verdad, sino a lo desconocido. Sí tuvierámos la certeza, que existe algo trascendental, no sufriríamos tanto, pero ahí se acaba la magia de la vida. Pasamos tanto preocupados por lo único seguro en la vida (muerte), que no aseguramos nuestra vida y no la aprovechamos, de ahí otra frase, "aprovechad el moménto" "recojed las flores mientras están vivas"(1). Para mí, Dios es la vida, y sí no existiese un "más allá" y mi razón fuera hogar de los gusanos... prefiero vivir la vida a mi manera que preocuparme por la muerte, pues en ese caso, ya no tendría nada de que preocuparme, pues ni sabré que estoy muerto. Carpe Diem... El moménto, aprovechad el moménto, libre de crapulencia y opulento en sabiduría.
BL.
(1) cita, largometraje, club de los poetas muertos.