Ayer pasé, sí pasé por tu piel / quise dejarte un breve mensaje/
pero estabas tan de dulce miel / que te bebí tal cual brebaje.
Ayer, en mis motivos de amarte
hallé en mis poros el sutil momento,
pues tu piel me pidió conquistarte
y ellos sonrieron muy contentos.
Tu piel, tan varonil y encumbrada
me enseñó rutas dónde asentarme
y allá en tu alta torre bien perfilada,
todo el hechizo ella supo brindarme.
Sí, por tu piel pasé y mi encanto dejé
y aunque sé que no eres mi dueño,
ayer en tus sueños contigo festejé
y esa huella fue mi más bello diseño.
Ahora, cuídate bien de tus sueños,
porque cada vez que en ellos te actives
yo regresaré como artista al diseño,
sintiendo tú que en mis pinceles tu piel vive.
Ayer pasé por tu piel y qué delicia me llevé…