Iluminando sombras de neblina
surca el éter la suave melodía,
con magia de un otoño en ambarina
y un ensueño en su voz de fantasía.
¡Cuánta paz hilvanada entre sus notas!
Murmurar espumoso de arroyuelo,
revuelo cadencioso de hojas rotas,
todo el paisaje, el mar, el cerro, el cielo
y hasta el dulce candor de su sonrisa.
Por el bosque de trinos musicales
un violín aletea en una brisa
sumándose al cantar de manantiales.
La sinfonía azul del embeleso
se torna en la quimera de su beso.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
Imagen: camino a El Bolsón (Río Negro- Patagonia Argentina), fotografía de Silvia B.
Calderón.