Esa mirada escrutadora
que silenciosa vigila,
sin quererlo me enamora
con el fuego de sus pupilas.
Ese ojo con su brillo
y su mirada tan mansa
con su iris expandido
al amor puro retrata.
Oh mirada penetrante
que humedeces algunas veces
con tus destellos radiantes
a cualquiera estremeces.
Y es que ese globo ocular
es manantial de emociones…
es el bello ventanal
donde asoman tus amores.
Esa misma mirada
presa a veces de opacidad
la inundan lluvia de lágrimas
con total salinidad.
Esa mirada, esa mirada
encierra una historia completa…
Es la musa inspirada
de un sencillo poeta.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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