Las tardes de verano ,
tienen esa magia de ropa ligera ,
asi te encontré sentada bajo
la sombra de un hermoso árbol
que parecía bajar sus ramas
para acariciarte ,
la escena me pareció curiosa ,
tocarte quería ese amoroso árbol ,
que te obsequiaba ademas de
su protección del intenso sol ,
su profundo aroma de frescura y paz ,
me dije , muy poco hacemos
los seres humanos para cubrir
a nuestros semejantes ,
y el hermano árbol no diferencia ,
sólo entrega su belleza .
El Árbol te encontró para mi ,
para comprender .