¡Debí percibir el frío de tus ojos
en tu mirar calculador;
pero le puso a mi razón cerrojos,
y me volví un ignorador!
¡La sonrriza forzada de tu boca,
no supe en su momento descifrar:
Que tu mirar en sí,provoca..
pero tu corazón no quiere amar!
¡Sabio el jardinero que planta varias rosas,
y las vá limpiando con su mano,
para así atraer las mariposas,
y pasear por su jardín,cuando sea anciano!
¡Falto de saber fuí en mi juventud para contigo,
debí discernir tu indiferencia,
tú no me quisiste ni de amigo,
yo en mi dignidad, te dí mi ausencia!
Autor:Bernardo Arzate