En el nombre de Jesucristo, padre celestial que en el cielo y tierra esta. Santo tu nombre que todo lo puede perdonar. En mi mente y corazón; esos pensamientos virulentos.
Ven de tu reino a mi alma y espíritu, asiéndose tu voluntad en mi ser, como lo es en tu reino.
Llénanos de pan y espíritu de amor o verdad. Y danos el don del perdón, para llenar de armonía nuestro aliento. Y dar el soplo en el torno de nuestras vidas.
No, nos desampares ni de noche ni de día. Apártanos de los malos pensamientos. Y llena nuestro mundo interior de tu reino, amen