ALVARO J. MARQUEZ

CUANDO HABLA LA NATURALEZA

 

"A veces nos enseña la vida/ aunque nos rompa el corazón,/ que aquéllo que la naturaleza decida/ no está en discusión".


A veces la naturaleza tiene algo que decir,

su derecho de palabra siempre está vigente

y no todos, eso es verdad, la queremos oír,

pero ella se nos expresará inevitablemente.

 

Más allá de nuestro simple entendimiento

ocurren cosas que nos ponen a reflexionar.

¿Por qué a veces sopla con furia el viento?

¿Qué hace que reaccione iracundo el mar?

 

Los volcanes dormidos algún día estallan

y causan estragos con el paso de su lava.

Montañas apacibles que bajo el sol callan

y de pronto la historia de la calma se acaba.

 

La Tierra de repente hace sus movimientos

o caen aguaceros que no suelen ser breves.

Hay ante esto una mezcla de sentimientos

y llegas a maldecir, gritar lo que no debes.

 

Hermanos que ayer estaban todos vivos,

ahora te enteras de que ya ninguno está,

Dios tal vez nos hace saber los motivos,

pero no sabemos si alguien lo entenderá.

 

No es fácil cuando se van y no se despiden,

para ellos no habrá tiempo de explicaciones,

quienes siguen vivos alguna respuesta piden

y tan sólo hay confusión en sus corazones.

 

Es que le ha llegado el turno de hablar a ella

y la naturaleza tiene sus modos de expresarse

y cuando habla su voz es justamente aquélla

que no encuentra una manera de callarse.

 

Dios... quien quiera que sea o lo que sea,

escuchará de nuestra parte mil reproches,

gente que aunque en Él tenga fe, que crea,

le recriminarán su llanto de estas noches.

 

No resulta nada fácil aceptar ciertos eventos,

nuestro razonamiento tampoco llega a tanto,

la ira de los mares, la furia de los vientos,

eventos que nos llevan de la risa al llanto.

 

Al suceder cosas así es cuando entendemos

cosas que en principio aún no las captamos,

que no pedimos nacer pero igual nacemos

y nunca nos queremos ir, pero nos vamos.