Desde Adán y Eva eres mi inspiración, se te acusó de pecadora porque tu naturaleza ardiente sucumbió ante la serpiente, para iniciar así, tu mayor obra, !del mundo la procreación! Desde entonces, no ha sido fácil para ti, ignorada por sociedades, relegada a segundos planos, !como valoro tu esfuerzo sobrehumano para lograr tus libertades y convertir en gloria aquel desliz! Mi admiración por ti es mayor en la actualidad, por tu nobleza y personalidad extraordinaria, por ser madre amantísima, amiga y compañera, por haber superado mis propias barreras, por haber cruzado mis líneas imaginarias para ocupar con orgullo tan hermoso sitial.