¿Para qué tanto cielo?
si apenas lo alcanzamos
y nuestras nucas se cansan
de mirar hacia arriba.
¿Para qué tantas flores?
Si truncamos sus sueños
para soñar nosotros
y sueños y flores se desvanecen.
¿Para qué tanto espacio?
Si eso nos hace sentir
Más pequeños de lo que somos
¿Para qué tanto espacio?
¿Para qué tanto grito?
¿Pues no somos gritos vivientes?
Si al gritar en estos tiempos
ni el eco nos quiere ayudar.
¿Para qué tantas vidas?
Sin esperanza segura,
¿Para qué tantas vidas?
Si muchas ni ver podemos.
¿Para qué tantos poemas?
Si en cada gota hay un mar
¿Para qué tantos poemas?
¿Si no nos dejan cantar?
¿Para qué tantos misterios?
¿Acaso no somos misterio?
Si ni siquiera sabemos
si estamos aquí o allá.
¿Para qué tanto pan?
Si este lleva amarga injusticia
si al comerlo sabemos que hay
Vientres anhelantes más allá.
¿Para qué tanto de ti?
Si entre nosotros hay tanto espacio
hay tantas vidas y gritos
hay tantas flores y poemas.
¿Para qué tanto de ti?
Si hay tanto cielo y estrellas
tanto misterio y misterio
que nos logran separar.