Cuantas veces me has llamado
hasta las puertas del mar , amor,
azul me dices es el lecho que me ofrecen
tus gárgolas de fuego
el sílice de tus manos queriendo pulir
mi superficie para encender la chispa
arrasada en otra contienda.
Aquí me tienes con los pies sangrados
ebria de nostalgias y de lluvia,
en febrero comenzó a gestarse la tormenta
marzo duele en mi costado con su carga
de penas y decepciones.
¡Resucitados llantos descreída paz!
yo que había viajado con la aurora,
rosada y clara, aún sin estrenar,
con todos mis pájaros en vuelo.
Pero el tiempo, no pierde el tiempo
se ha ensañado tatuando signos en mi rostro
cuando creía haber logrado un espacio en su boca,
para escuchar mi nombre tiernamente susurrado,
pintaré murallas con la sangre de mis plantas
dibujando el grito que atormenta mi pecho.
¡Ay amor ! ... mi amor hallado en la calma de la tarde
estoy hecha jirones , un animal herido soy
buscando cuna en tus brazos,
quiero que me cantes el verso de tu alma,
para poder besarte con la violencia
que aprendí con los vientos australes,
bajo mis puentes conservo
las raíces de la esperanza, a salvo de
torrentes y fuegos.
Alejandrina