Cada noche que te sueño,
cada día al despertarme,
la piel se me vuelve llama,
y se me incendia la carne,
por esta pasión inmensa
que explota en mi alma al mirarte...
Cada estrella que aparece
cuando se muere la tarde,
con letras de luz dorada
escribe tus iniciales,
y hace estallar el silencio,
tan sólo para nombrarte...
Cuando las flores de otoño
vierten esencias fragantes,
y las gotas de rocío
besan sus pétalos suaves;
yo sólo aspiro tu aroma
que me perfuma la sangre...
Cuando entrecierro los ojos,
veo en el cielo tu imagen,
me hierven de mil caricias
las manos por extrañarte,
y se hacen fuego en mis labios
los besos que sueño darte...
Porque rebosa mi mente,
la locura que me invade,
el corazón es pequeño
para una pasión tan grande,
y detiene su latido
si junto al tuyo no late;
porque conoce que existe,
nada más para adorarte...