María

Decepción a la distancia

Internet y mis impulsos

cóctel decisivo.

Viajé.

Amaba el “factor sorpresa”

aunque ambos

presumíamos optimismo.

 

España y un encuentro

que fue fusión.

 

Planes diversos.

Complicidad y afecto

cánticos nuestros

sellados, únicos.

 

Una noche lo escuché hablar en sueños

decía el nombre de otra mujer.

Descendí de mi vuelo,

estridente derrumbe,

a una acequia de lamentos.

 

No quise explicación.

Entre sueños

seguía pronunciando el nombre.

 

Armé mi equipaje,

llanto de dignidad.

 

Su casa, el muelle,

quedaron grabados

en contraste

con el amanecer.

 

Apresurada al aeropuerto

no me cuestioné.

Nada podría cambiar.

Me salvé a tiempo.