Quisiera todos los días eternos,
con sus correspondientes horas invisibles,
para verla, para fugar mi alma a su sonrisa.
Verla significa llegar a casa
sintiendo la profunda necesidad
de escribir.
Verla es traducir la vida
al frágil vuelo de las mariposas,
al color de la bugambilia.
No me falten los eternos días,
jamas se vayan de mi las horas,
los minutos con Gabriela.