Al mirar tus ojos
Una mirada penetrante que me enloquece
Sentí un fuego en mis venas
Que me enajena de pasión
Deseando recorrer tu cuerpo
Humedecerlos con mis labios
Después de besar los tuyos
El color rojizo como las paredes de tu corazón
Y el sabor que se inprenan dentro de mi
Como tu aroma
Que da tu cuerpo cuando el amor
Se transforma en una pasión
Desatada sin control
Donde las palmas de las manos
Arden al rozar tu piel
Cuerpos fogosos que arden en efusión
Donde el cariño brota por los poros
Enardecido como si fuera encendido carbón
Los latidos unidos en un solo ritmo
Como si formaran una canción
El respirar es como si avivara el fuego de una fragua
Tu cuerpo dibujado por picazo
Y esos luceros bellos como el verde de una pradera
Quisiera tenerlos siempre presentes
Sintiendo celos del viento
Cuando juega con tu cabellera dorada
Como un gran trigal
La eleva al cielo la esparce en el espacio celeste
Desearía que el tiempo no pasara
Los minutos los halagara
Deseando que la hora fuese un año
No apartar tu piel de la mía
Sin dejar de sentir tu respirar
Eres como acariciar una rosa
En medio de un rosal
Compétalos de tercio pelo
Jamás de igualar
Con tu fragancia tan particular
Que esparce mis pulmones
En el momento de inhalar
Quisiera tener una gran ceda
Para envolverte y guardar
En un cofre de cristal
Como si guardara diamantes y esmeraldas
Sin querer a nadie regalar
Como tu nombre grabado
En mi mente jamás de olvidar
Tu retrato en mis pupilas
Suelo siempre llevar
Autor Eco del Alma (derechos reservados)
Antofagasta 07-04-2013
Chile