En la noche, la luz de la luna se asoma sobre la tierra iluminando cada rincón, un demonio despierta abre sus brazos y la tierra se estremece, su rostro carece de luz en sus ojos el infierno mismo, miles de almas quemándose un aroma a sangre se encarga de saturar el aire, de su espalda caen cenizas de olvido unas alas negras se extienden y detienen el viento, todo cesa el tiempo para demonio en tus labios se dibuja una sonrisa de placer, tu rugido rompe el silencio de la noche mientras la luna se oculta asustada tras las nubes, con un pequeño impulso irrumpes el cielo, figura que surcas los cielos tú odio es como la lava se esparce por doquier destruyéndolo todo, espectro de la oscuridad ¿ Quién te ha creado? Quizás las tinieblas han decidido mostrase en este mundo, con tu aliento helado petrificas las almas, heredero del miedo y el dolor, el aire acaricia tus alas en un intento por calmar tu irá, en tus manos se desliza suavemente la sangre de tus victimas, desde lo alto contemplas a tú alrededor buscando solo eso que te vuelve hombre, de improviso entre la luz de la luna que surge tímidamente de su lúgubre escondite, una silueta de mujer aparece y como águila te lanzas en picada en un bello suicidio de tú ser, la tierra arde con tus pasos mientras las nubes abren el cielo y dejan ver tú semblante, un beso tibio te arranca de la soledad al tiempo que te acaricia el corazón, lagrimas nunca vistas corren en tú oscurecido rostro y rompen en el suelo como cristal, el rugido se transforma en grito y una mano levandandote el rostro pone final a tú existencia con un beso y vuelvo a ser yo.