Esa noche, caminaba solo por el centro
De la catarata de rencores, apareció uno solo
Era un compendio de los errores cometidos
Un ramalazo de certezas no permitidas
En tus manos, apareció el temblor con ellas
Para saberte ida de mis saberes anteriores
Solo faltaba encontrarte en los caminos nuevos
Vos con las penas no escuchadas
Sin ganas de pelearle a las zonceras de otros
Estabas ahí parada irreverente
Y yo comprendiendo el denuedo de quererte
Tal vez en un instante de sangre fuerte
Tal vez, en un solo amor por el que he corrido
En tus manos, empecinadas voces ocurrieron
Cuantas penas acumuladas en pocas frases
Será mañana la luz y estaré aun parado
Considerado por la vida y los denuedos
Aplastado por las obligaciones inventadas
Renaciendo en cada rincón con esperanza
Pese a mí, pese a vos y a los diluvios anteriores