Ella entra radiante
a la iglesia,
él, ansioso le ofrece
su brazo...
Ella toda vestida
de blanco,
él, henchido su pecho
de orgullo.
Ella nunca
se sintió tan hermosa,
él jamás
se sintió tan feliz...
Ambos tocan
el cielo con sus manos
al oir de sus labios
el "sí, quiero"...
El amor ha llenado
su nido
y sus vidas
perfilan perfectas...
Pero, un día aciago
y sombrío,
a su hogar
ha llegado el hastío.
De sus bocas
se oyen ofensas,
cambiando dolor
por cariño.
El odio
ha nublado sus mentes;
el rencor
germinó su semilla...
El perdió
en sus ojos el brillo,
ella ya no luce
radiante...
Ya no hay más amor
compartido;
olvidaron...
que lo hubo antes.
BlancaLis