Inocencia, dulzura, disposición
que lleva en el corazón.
Burlas, gritos, … ¡Qué dolor!
¡Qué dolor!, ¡qué horror!, …
- ¡Me duele! ¡Me duele! -
- ¿Dónde? ¿Dónde te duele? -
- Aquì, parece que es el corazón. -
¿Cómo no entender su condición?
Hecha para amar,
no para pelear.
Pero el dolor es muy fuerte.
A veces desea la muerte.
¡Bendito amor
que sana el dolor!
Ternura, perdón, comprensión.
Su vida ha transformado la compasión.
Nacida para amar,
hoy ya puede dar.
Y a manos llenas,
pues, el amor le ha hecho olvidar las penas.
¡Descubre tú tu condición;
tú también tienes corazón!
Busca el amor y encuéntralo;
luego, abrázalo y atesóralo.
Tú también puedes recibir y dar,
pues tú también naciste para amar.