Como lo lees, como lo escuchas...
debo aceptar los alejamientos.
Las ausencias que existen hoy
en mi existencia.
Aquello que tuve,
y hoy no tengo.
Ayer, nos comunicábamos.
Hoy, distanciados estamos
¿?¿?¿?¿?¿?¿?
Estos son signos de pregunta.
A veces, las preguntas,
no tienen respuestas.
Para mí, el silencio no es una respuesta.
Estamos presentes, y súbitamente,
desaparecemos, nos esfumamos...
Quiero decir con esto,
que ya no estamos más presentes.
¿?¿?¿?¿?
No se por qué esas ausencias.
Después, hago yo lo mismo.
Estuve presente,
y devuelvo la atención...
de ausentarme...
qué desatento soy...
pero cuánto lamento
esos alejamientos...
situaciones internas que existen...
sin un por qué... que debo aceptar...
Es tan hermoso comunicarse,
afianzar constantemente amistad,
solidaridad, entrega de sentimientos,
para fortalecer mi y tu espíritu...
¡qué crédulo soy!, ¿no?
¿te sonríes?, me alegro.
¿Te cae mal? Disculpa. Lo lamento.
Saben que mucho los quiero...
todas estas palabras son...
pensamientos propios,
para desahogar un poco,
esas pequeñas tristezas,
de mi susceptible alma.
No te enojes por mis palabras.
No te enfades. Si así fuese,
más me apenaría...
y no quisiera tener más penas
en mi alma.
Compréndeme...
Trato también yo de comprender...
aceptando los alejamientos...
físicos... por suerte no de vida,
porque vida tienes.
También yo vivo.
Pero si uniésemos sentimientos...
espirituales, amistosos, sinceros,
reales... tal vez serías más feliz,
y yo también...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 09/04/2013)