(el tiempo)
A veces, las muchas, no sé dónde guardar el tiempo.
A veces, pienso, para que me acompañe siempre,
en ese bolsillo del pantalón,
El de la izquierda, pero no, entre papelitos y un mechero…
Quizá, mejor, en el de la derecha,
Pero ¡ay! Si ahí tengo el pañuelo…
Dejémoslo y pongámoslo en el de atrás,
Ése que está donde llamamos trasero
Pues tampoco, ahí llevo la cartera, presa con cremallera y un botón.
¿Dónde lo guardo, por Dios?
Hagámoslo en el bolsillo de la camisa, ése, en el pecho…
Pero si ahí llevo la identificación y la tarjeta del metro…
¡Vaya! ¡Caramba!
Vayamos a lo seguro,
En una cajita de cartón, allá en el fondo del armario.
¿Dónde está seguro el tiempo,
Si éste es fugaz y veloz prende el vuelo?
Mejor no guardarlo,
Él viaja tan presto que hasta el mismo tiempo
Se escapa de sus propios derroteros..
Mejor no guardarlo,
No nos pertenece,
Aunque lo tengamos preso
En una cajita de cartón,
Allí, en el fondo del armario…