Hija del Sol

INTEMPORAL

 

 

La tomaste por sorpresa,

 vestía de inocencia con abrigo virginal.

Le regalaste un mundo de humedad, 

de tibios recuerdos…perennes en el tiempo.

Le abriste sus puertas

y entre blancas rejas supiste llegar

como a la colmena llega la abeja

y la embriagaste de dulce miel

y te hiciste sentir…

y con tu aguda saeta la hiciste feliz

y átomos invisibles se agitaron,

enviaron señales al universo…

y entre suspiros y emociones

sobrevinieron exhalaciones…

y se configuraron los “te quiero”

que firmaron en el tiempo silencios viajeros…

esos, que a ti eternamente me unieron

y que en mis labios el sello de un TODO TÚ

intemporalmente a ti correspondieron.