Pasan los días y veo como la vida se me acaba,
Al ver que cada segundo transcurre el en reloj de arena de mis días.
Las pesadillas de felicidades pasadas tocan a la puerta de mi subconsciente, manteniéndome presente cada unos de esos momentos
que jamás los podré palpar nuevamente
Es tormentoso como un recuerdo
Es capaz de hacerte viajar hasta lo más recóndito del averno,
como una vieja gloria, no deja hacer realidad nuevas memorias.
Muchos me dicen que el dolor solo está en la mente
Y talvez ya lo tengo bien presente
Pero realmente es que físicamente es que también se siente.
Es realmente Duro vivir con un dolor como este,
Tan intangible pero tan palpable a la vez,
Físicamente lo puedes ver
Al observar como las lágrimas rasgan y dividen mi tez,
Sueño con que me devuelvan esa felicidad,
La felicidad que me fue extirpada,
Arrancada de mi ser dejándome esta horrible cardiopatía emocional.
Mi única salida, creo que se apronta mi final.
Huiré de mis miedos y mis dolores con esa paradójica acción,
Tan valiente pero tan cobarde.
¿Es que me he convertido en el personaje de Goethe?
No lo sé, lo que si se es que mi ayer ya me mató
Y solo quedan están andrajos de fantasías incumplidas,
Que deambulan por este boulevard de los sueños rotos.