Retornó la risa del niño
y con él se perdieron los veleros
la tormenta prometida fue libro
y el ilustre pasaje mintió de amor
Al lado, en el bosque perdido
crujen los pasos sobre cortezas muertas
son dos amantes, dos verdades, dos mentiras
aquella tierra los refugia y el mundo respira
Miro hacia el orbe y los cielos ya cayeron
ya no hablan ángeles ni biblias ni tiempos
habla esa voz, la delicia última, sus secretos
escribe mis mentiras sobre paredes prohibidas
Voy a quebrar este absurdo juramento
abjurar, olvidar, condenar la memoria
sujetarla a esta rutina concebida
día, minuto, años, vidas
La risa me duele, me subleva, me aterra
el amor sopla en mis ojos su despedida
dame la última caricia de los sexos
muere en esta arena que soñé para ti
ama al hombre, al niño, al viejo
toma este bosque muerto, entiérralo
sujétalo, llévame al páramo
regálame ese hermoso sueño