nelida anderson parini

CIELOS OCRES.

Se marchita la tarde de amarillo naranja

extenuada agoniza con suspiros de fuego;

inyectando el paisaje de ambarino sosiego

se desmaya agotada sobre incendiada franja.

 

Cae lienzo empapado de rojizo naranja

en el ánimo calmo de emociones en pliego;

explotando en el pecho con sutil desapego

concertado misterio que en colores se zanja.

 

Con ritual milenario se propaga la historia

circunscrito oportuno de un evento sencillo;

que echado en el ojo por visión aleatoria

 

chapalea en el alma con inédito brillo.

Como hay noche y hay día, también hay pena y gloria

solapada en crepúsculo en cielo ocre ladrillo.