asomada en la ventana
sentí una luz en mis ojos
murmurando me quedé
me calentaba por dentro y fuera,
¡todo el día!
y aún no sé porqué.
La imagen estaba ahí afuera ,
y venía una y otra vez
¡Ay! me di cuenta que mi vida
no vale por lo que me ames
si no por lo que yo te puedo amar
te miro de nuevo en mi ventana
murmuro nuevamente
apenas si puedo balbucear
¿cuánto tiempo te voy amar?,
¿será que nos alcance el tiempo?
quizás, sólo quizás
el tiempo que dure en amar
depende de la vida
que Dios me pueda prestar.
Sin importar lo que pueda durar,
si en el suspiro
se viene a tatuar