Cuando la noche comience a bostezar
Y la calandria anuncie la luz no esperada
Se subirá a mi estribo la esperanza nueva
Y lamerá mis ojos entreabiertos sin mirada
Cuando las sombras escapen para arriba
Y se encienda la clara y monótona mañana
Estarás vos en cuclillas, esperando mi deseo
Y se hará abrazos, desayuno y besos
Cuando la hora haya decidido despedirnos
Y las verdades de los otros parezcan ciertas
Intentaremos olvidar la voz de sus llamados
Para alargar esa noche aun muy nuestra
Sabremos ambos que habrá espacios fríos
Cuando te llore, nuevamente y en silencio
Mientras los uruguayos canten para vos
Tendrás mil letras que te nombren ese día
Y pediré con ellas, regresemos sin decirlo
No te vayas, aun no quiero despedirte
Deja la ropa en los costados de la cama
Somos grandes, el mundo es solo esto
Los demás seguirán jugando el juego eterno
Nosotros actuaremos en secreto
Para qué más, mujer, tenemos el derecho
Hoy la vida es solo esto, vos y yo
Respira hondo, que ya es tiempo