Firmes permanecen como saetas las miradas, concentradas, juiciosas;
contemplando este, el recital de nuestras vidas.
La casualidad de conocerte fue el adagio perfecto
cuando parecía condenado ya.
Al pasar de los días algo despertó en mi, un sentimiento apagado
un proceso quimico olvidado.
Y asi una tarde vivaz me vi con el allegro de un beso,
fugaz y furtivo a tus labios.
¡No te vayas!- exclame, sin soltar tu mano.
y asi durante el balance de nuestras almas,
nuestros labios danzaron una y otra vez.
Hoy por mis venas corre un sentimiento,
un amor cuya corriente no cede, nada detiene. Siempre viva.
Sus agua brincan cual ballon pas sorteando obstáculos.
Practiquemos hasta rasgar tu leotardo, hasta romper mis mallones,
la perfeccion no se tiene, no es nata. Pero marcado los pasos estan,
ven, danza conmigo, mueve mis emociones, llevate mis penas,
eso sueles hacer al girar en puntas sobre tu eje,
cuando miro ese tutu agitarse, conozco la felicidad.
El publico aplaude, envidia, quema.
El fuego se aviva, se extiende, consume, pero renueva.
Asi es nuestro amor, sueña, crece, impacienta, restaura.
Te toman mis manos, te rompen mis brazos, te siguen mis pies
te contemplan mis ojos, te susurran mis labios, te siente mi piel.
Todo mi ser danza al marcado y fino paso de tu amor.