* SIEMPRE LA QUISO *
Siempre la quiso
y nunca dijo nada
cuando veía sus rizos
desde la ventana.
Siempre la quiso
pero no dijo nada
ni un verso escrito
le brindó a su amada.
Siempre la quiso
pero callaba,
esperaba el día preciso
para enamorarla.
Un día el conflicto
se solucionaba,
cuando un rival distinto
mil besos le daba.
Su alma dio un grito
y se lamentaba;
ya ella, tenía un favorito
y a él se entregaba.
Un día de improviso
le negó las miradas,
no más suspiritos,
ni más carcajadas.
Él le dijo: Te necesito
y le dio flores perfumadas;
y ella mirando al infinito
se quedó callada.
Después sonrió
y muy sonrojada
le dijo: Adiós,
ya yo soy amada.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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