Hugo Emilio Ocanto

Conmigo estás presente (Poema - Grabado)

Me suceden acontecimientos especiales

en estos últimos días de mi vida.

Mis estados de ánimo son muy variables.

No soy la única persona que así se siente.

Ocurren tantos terribles sucesos

en el mundo, que me espantan un poco.

Futuras guerras, los grandes asaltos

diarios a personas que caminando por

las calles van, despojos de carteras

a las mujeres, las cuales cuidan

su propiedad personal. Sus carteras

son robadas... ellas tratan de protegerlas,

pero el o los malhechores las golpean,

las patean, la arrastran por el piso

como si fuesen bolsas de papel,

les clavan navajas, cuchillos,

les marcan el rostro y el cuerpo

a puñetazos limpios, sin piedad,

y muchas veces las matan. Tal vez por

tan solo unos pesos o monedas...

y muchas veces los ladrones son niños.

¡cómo ha cambiado el mundo, Señor!...

estamos signados por las fatalidades.

Lluvias intensas, inundaciones...

que destruyen hogares, familias

que quedan sin nada, y hasta gente

que se han muerto en las calles,

porque las inundaciones los devoró...

Y el tema gubernamental

mucho no quiero comentar.

Porque en una de esas me "fichan",

y me mandan a matar.

Así andan las cosas,

tener que llegar al miedo

de ir por las noches

ahí nomás, a metros de tu casa,

y alguien puede seguirte,

y matarte, y estas no son

invenciones mías, es totalmente real.

Y etcétera, etcétera...

pánico en las calles...

seres importantes corruptos,

que como alguien anoche dijo,

tendrían que irse de este país.

A veces vamos caminando,

y el sol o la luna

que hacen que nuestra figura

se muestre sobre el piso,

te hacen dar la sensación de que

alguien está detrás de ti,

para asaltarte o liquidarte.

Así de simple. He estado conversando

con gente muy joven y adultos

como yo, que han sentido y sienten

esta sensación de miedo, de inseguridad,

de pánico en las calles.

No es una "sensación" de la cual

hablan los políticos.

Es una realidad...

claro,  ellos solos por las calles

no van, algunos no caminan, van en coches,

y muchos con custodia...

Y a nosotros, ¿quién nos cuida, quién nos protege?

Dios... pero los malhechores tienen al diablo

en sus cuerpos, y vencen, roban, matan...

Conmigo estás presente Señor...

Mi Jesús del alma y de mi vida.

Que tu luz ilumine nuestras vidas,

y podamos hallar aquí, en esta

bendita tierra, lo que antes existía,

y ya no existe. No era una total seguridad,

pero más seguro estábamos.

Al menos podíamos salir a las veredas

a sentarnos con nuestra familia o amigos

a charlar, a tomar un vaso de agua,

de vino o de cerveza...

Ahora tenemos que quedarnos desde temprano

dentro de casa, con rejas delante de la puerta.

Estamos convirtiendo nuestras casas en cárceles,

las que están para los que delinquen,

pero... ¿existe la justicia?

roban y asesinan... salen,

y vuelven a asesinar y a robar ...

De algo estoy seguro,

esta, no es una "sensación"...

es una realidad, no solo en mi Argentina...

también en otros lugares del mundo.

Conmigo estás presente Señor...

envía tu luz a los malparidos,

a los que roban, a los que matan,

y a nuestros queridos gobernantes,

que no saben lo que hacen...

¿podremos vivir en paz,

como hace muchos, muchos años?...

Padre Eterno, que se haga tu voluntad,

y que los malhechores

y los gobernantes de los pueblos,

pongan su mano en sus respectivos corazones

y piensen en el bienestar

de nosotros, el pueblo,

que clama justicia y paz.

Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 11/04/2013)