Están las estrellas vestidas con lujo,
El cielo de elegante azul oscuro…
Y tú con el cuerpo desnudo;
El pudor no es tu verdugo,
Eso es lo que te amo y admiro.
Tu carne es de fuego
Amarras la vida sin nudo,
No tienes marcado camino.
Eres la mujer que amo,
La que siempre he buscado.
Eres con tu cuerpo desnudo;
La mujer que tanto he soñado.
Desborda sensualidad de tus ojos,
Mieles de tus labios.
Suavidad de rosas son tus manos.
Eres vida de mi vida;
Si en pensamientos te describo,
Diría; ¡eres fantasía!
Si fuera una carta;
Fueras perfecta poesía.
Eres tan perfecta como la flor,
Hermosa como la noche con luna,
Indescriptible como el mismo amor,
Entre miles mi amada,
Como tú, no hay ninguna.
Héctor Humberto García Herrera