En la mirada oculta de tu verbo hoy me encuentro,
junto a tu sentimiento viajero voy corriendo…
tu anhelo impetuoso que vuelcas en mi mirada
y que me dice tanto… me tiene cautivada.
Entre compases armónicos me voy meciendo,
mi corazón presuroso me alerta sonriendo
y en sigilo mi alma emocionada se permite
tu lenguaje universal que tanto me transmite.
Cautiva en tu mirada, en tu presencia, tu verbo
y en nuestra plaza existida que cuido y conservo,
me siento y permito que vuelen mis sentimientos
y los pensamientos atrevidos… los consiento.
Me abrazo al momento, nuestro fan en plenilunio,
caducando así los silencios en su infortunio;
doy abrigo a la magia, génesis de mis sueños
y con ellos me duermo siendo tú, ahí mi dueño.