Hugo Emilio Ocanto

Confía en mí, amor (Poema - Grabado )

Una vez más, estás dudando

de mi palabra.

Me apena tu desconfianza.

Ni que hiciese unas horas

que me conoces.

Últimamente eres

muy desconfiada conmigo.

Me agradaría me dijeses por qué.

¿por mis tardanzas en llegar a casa?

quiere decir que después

de tantos años de conocernos,

tienes dudas de mi fidelidad.

¿Me estás catalogando de infiel?

dame una sola prueba

de mi infidelidad, y he de darte la razón.

A veces te sientes sola,

también yo me siento solo

cuando tú no estás en casa.

Se dónde estás.

al menos, cuando me dices dónde

has estado, te creo,

no desconfío de ti.

¿qué es lo que te pasa amor?

¿sientes celos?

entonces, dime de quién.

Nómbramela. Dame su nombre,

y te diré qué clase de relación

tengo con ella.

La que creo supongo quién es.

¿acaso ella algo te ha dicho?

¿te das cuenta que no obtengo respuesta?

desconfías de mí...

No tienes ningún motivo

ni argumento que puedas

acusarme por alguna infidelidad.

Solamente es una idea que tienes metida

en tu cabeza, la cual no existe.

Confía en mí, amor.

No quiero te hagas problemas

por algo inexistente.

Son solo ideas tuyas...

además, sabes cuál es el verdadero

motivo por el que casi todos los días

llego tarde, pero yo al irme te lo advierto.

Sabes dónde voy, y con quiénes estoy.

Tienes razón, no tendría que despilfarrar

el dinero en juegos de azar.

Te comprendo, sí, te comprendo.

Y te doy la razón.

Es que... no puedo evitarlo,

es más fuerte que yo.

Te prometo, sí, que he de dejar de jugar.

Hay noches que veo esa bolilla

girar sobre esa rueda,

y me dan ganas de correr,

de escapar... pero no lo logro.

Sí, tienes razón, no te la niego,

dejo de jugar cuando ya no

me queda un peso encima...

pero de ser un empedernido jugador,

a ser un esposo infiel,

hay una gran diferencia.

Mi amante es la ruleta,

no es de carne y hueso,

como tú a veces supones.

Eres de ella una de sus mejores amigas,

y ella de ti. Estoy seguro de que ella

nada te ha dicho, porque nunca

nada ha pasado entre nosotros.

Si de jóvenes  hemos sido casi novios,

dejamos de serlo cuando de ella

me separé al conocerte

y enamorarme de ti.

En ese momento tú y yo

estábamos seguros

de lo que hacíamos...

Ella lo comprendió, y lo aceptó.

Era tan buena persona,

que hasta te hiciste amiga de ella.

Se que siempre llevabas metido

en tu cabeza, el pensamiento 

erróneo de que pudiésemos

volver a sentir lo que

en un momento sentimos.

Pero nosotros no nos conocíamos.

Y al conocernos, nos enamoramos,

y lo mío con ella quedó atrás, en el olvido.

Ella lo aceptó, y tú y yo también...

deja de sentir celos injustificados.

No han quedado rencores

de ella hacia mí. Porque comprendió

que yo más a ti, te amaba.

No sientas celos ahora,

porque no tienes motivos para sentirlos.

Yo te amo, confía en mí, amor...

Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 12/04/2013)