Asesíname, solo un poco para poder oler tu cuerpo.
Lentamente, revitalizando todo nuestro querer en prospero amor
Sagazmente muerde este cuerpo blanco con rencor, lagrima senil.
No dejes de adorar esa puesta en escena cómplice del quebramiento audaz.
Asesíname, solo un poco para poder recordarte
Tarde de marchitas azucenas.
Quebrando azulejos en titilo lento.
Cautelosamente, mata al niño verde de virgen interior.
Asesíname; tan solo hoy, Porque mañana te amare.
Con el fin de recordar la voz ambigua.
Recelosamente escuchándote tiritar una mentira.
Tan solo amate; y recuerda a este cuerpo blanco.
Asesíname, tan solo a la luz del sol porque la luna son tus ojos.
Recuérdame como un ceñido trovador en ti.
Alimentando tu mente hasta el martirio sosegado.
Asesínate.
Completamente; Así te lloro.
Y seamos, libremente; Solo dos enamorados.