Te veo, en aquel salón…
nuestras miradas se cruzan.
El maestro habla,
se evapora.
Te observo de nuevo.
Veo tu cuerpo moviéndose al ritmo de tu instrumento.
Y quisiera tenerte…
en la mesa, en el piano.
Quiero desnudar tu cuerpo.
Se me va el tiempo, pensándote,
gente pasa en el corredor.
Y quiero tenerte, en el teatro,
detrás del salón.
Veo tus labios, tus ojos… estás a unos metros…
Me miras, con una mirada retadora, deseosa…
en nuestra rivalidad está nuestro deseo.
Sonrió entre dientes; entonces preguntan
¿Qué tienes?...Nada, contesto en voz baja.
Y te desnudo otra vez,
e imagino tu cuerpo con el mío.
Recuerdo las veces que pasas
frente a mí, tan egoísta.
¿Cuánto orgullo cabe en ti?
Y disimuladamente te veo,
me ves sin querer que te vea.
Y entonces te quiero así…
Provocas sensaciones extrañas
Y deseos inexplicables.
Me excitas.
Y te quiero…sobre la mesa.