Acaso no recuerdas
la noche que empezamos
a descubrir con nuestras manos
los enigmas de la piel
que tendidos en la hierba
tu jurabas que me amabas
y yo probé en tu vientre
ese néctar y esa miel.
Acaso no recuerdas
que temblabas simplemente
al sentir mis manos cerca
de tu pecho virginal
que no importaba nada,
que no fuera simplemente
abrazar tu cuerpo ardiente
sin pensar en el final.
Acaso no comprendes
que no importa que te alejes
que no importan las palabras,
este amor lo abarca todo
que no importan las heridas,
que no importa que me dejes
que no importa ni la vida,
yo te amaré de cualquier modo.