Dulces encuentros de intimidad
cómo me hacen falta...
Como la noche
que tu sellaste
mi boca con un beso.
Cuando escuchaste
el latir de mi corazón
y los dos fuimos uno.
Gracias por entenderme.
¿Qué tanta ansiedad?
¿Qué querías abarcar
tantas noches en
una sola?...
Tiempo es una palabra
para compartir
y no devorar...
Saborearlo como
el primer encuentro,
con la timidez y
el arrojo de dos
enamorados.