Murialdo Chicaiza

Amanecer

 

El alba con color

de lívida frescura

en cataratas de luz

anuncia el nuevo día.

 

Los lirios húmedos

se levantan

el concierto nocturno

ha cesado.

 

Ahora se oye el rumor

de la niebla,

los gallos, el silencio.

La bendición de la luz

hace posible las imágenes

 los colores.

 

La luz llega a las flores

y se hace perfume

en el horizonte

sus agonizantes rayos

se convierten

en dorada lejanía.

En diminutos prismas

Al llegar el exiguo rocío

se refleja en manantiales

 corre apresurada

semejando pinceladas

de un olvidado pintor,

son colores sobre

el lienzo oscuro

de la realidad