A veces pienso,
que un día ya no vendrás;
y que el amor se quedará
colgado en el rincón de los recuerdos.
Que mi amor se quedará en un cajón de tu mente;
que el viento de tu plaza, se llenará de ruidos.
Que el canto de los pájaros,
te llevará por otro camino.
A veces pienso…
que los días se alargan sin tu presencia.
Que la luz verde de tu ventana,
dura más apagada que prendida.
Que los meses y años se acortan para los dos.
Que no habrá mañana de flores y aromas
en el camino que te trae hasta a mí,
y se irá borrando la huella.
Que mis besos no los recordará tu boca.
Que los ojos que un día me vieron,
no me verán más.
Que la parálisis de los sentimientos, sucumbirá.
Que seré más olvido, que recuerdo...
Que el recuerdo de un gran amor se secará
y que el río de los abrazos, dejará de correr.
Que los momentos vividos con la intensidad del amor,
se incinerarán en la llama que una vez ardió de amor.
A veces pienso…
si lo que era amor rodó por los abismos del olvido.
Si las ganas de tenernos sólo fueron mías,
si el tiempo te comió, el deseo de poseerme
en tus sueños y anhelos de amor.
Me quedé en tu ventana apagada
Y me vino este sentimiento de soledad.
Sí... ¡tu soledad me duele!
¿Por qué la mía no te duele a ti?
¿Será tu palabra siempre la misma,
o yo me lo imagino?
Los versos y poemas de amor se quedan conmigo;
por lo menos, me queda algo tuyo.
Los besos, los abrazos, las canciones...
no te las regreso, serán parte de mí.
Será mi historia de amor.
Dejaré que la vida nos lleve
por donde nos encontremos;
y que la espera termine en tus brazos de amor.
En fin… que a veces pienso demasiado en ti.
(A veces pienso que desembarcas por mí)
¿Y tú alguna vez piensas en mí?
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-