syglesias
SI supieras CUANTO quisiera NO LLORRAR
... Y en la noche, llorar como en soledad, todo el sufrir en silencio que guardo en mi corazón ...
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SI supieras CUANTO quisiera NO LLORRAR:
Si supieras cuanto quisiera no llorar, por el desamor de la mujer que fue tan amada en mis brazos, comprenderías porque la tristeza de tu altivez demostrada esta carcomiéndome en amarga soledad los sentimientos más nobles de poderte dar sobre tu anhelado pecho desnudo, recibiendo aquellos extrañables besos inolvidables que dejaron huellas marcadas en mis resecos labios...
Si supieras cuanto quisiera no llorar, entendería tantas cosas que mantengo en silencio al no desear notar mi presencia frente a ti, porque cada parte de tu cuerpo es un recuerdo que sigue siendo una curva en mis manos, muy difícil de borrar para una mente que nunca ha dejado de pensarte un solo instante, por ser Tú, la única razón de mi existir desveladamente despierto, sufriendo...
Si supieras cuanto quisiera no llorar, quizás podría importarte algo la pena que atormenta todos los días mi alma mirándote en la forma como te he estado mirando todos estos años, cual estrella hermosa y lejana en el cielo, que a pesar de todo es querida por la mano franca que tristemente busca desesperada a la cama sin poderte alcanzar en noches que nunca terminan de languidecer...
Si supieras cuanto quisiera no llorar, verías que con un nudo en la garganta intento, decir tu querido nombre, aflorando por nostalgias, sollozos aun más grandes que provocan, saturación de lágrimas de estíos en mis ojos que en fila esperan la suerte de poder correr libres por el rostro, si manos temblorosamente viejas antes no las atajan, escapando así todo, entre mis dedos al piso...
Si supieras cuanto quisiera no llorar, sentirías fluir por tu corazón inconmovible en todas tus venas, esa pasión divina entregada ayer, pero que cautiva hoy agoniza por cada hora triste que finges dormir profundamente, desconociendo tu destino escrito, recibiendo a través de la ventana sobre tu desnudo cuerpo el aire de invierno, pudiendo palidecer de frio la flor de la vida y del amor.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 10042013 08:50 AM.