Acecha la guerra,
Y tus manos cada vez más cerca,
Como una azucena de cristal
Que impiadosamente se pasea por esa ciudad,
por esa calles de tu cuerpo,
Mientras nosotros recorremos en palabras
La locura y el amor.
No hay maldición
Sólo abrazos que se expanden
Como restos casi eternos
De un día clavado en la mirada.
Vendaré mis ojos entre versos entrecortados
Y dejaré que mi piel sea el escenario.
Acecha la guerra
Y el miedo serán mis besos en tu rostro,
Dulces melodías de cañones
Apuntando al centro justo de tu corazón.
JULIO CASATI