Como un fuego que aprisiona,
calienta, se cierne sobre mi espalda
y cobija mis deseos.
Sueño, sueño,
pero me quema
y me dicen, aléjate
pero sus llamas son fuertes,
me abrasan como
hojas de helecho,
en los bosques helados.
Me quema
y me enfría el alma
Sueño, sueño,
sueño que debo soñar.