rodulfogonzalez

CARIÑITOS

 

            Quiero cariñitos de luz, como los que me manda de Argentina María Hodunok para sentir en todo mi cuerpo la  brillantez, la bondad, la energía, la pureza, la inocencia, la alegría y la felicidad de los colores blanco y amarillo.

            Quiero cariñitos cual el agua sulfurosa que me obsequia en su alborotado caudal,  la  cascada de mi río de siempre, para sentirme arraigado a la tierra que me vio nacer y de donde nunca ha emigrado hacia otros confines mi ya envejecido espíritu.

            Quiero cariñitos de la ninfa que habita en  Agua Caliente para que no se aleje de mi el encanto de soñar.

            Quiero cariñitos de sal del mar que marca la frontera de mi orilla con la de la orilla donde está el bien mío, soñado y plácido.

            Quiero cariñitos de mango de mi Marabal para sentirme niño y galopar en los caballos de la imaginación, hasta momentos vitales de un mundo minúsculo ya ido, lleno de ingenuidad, inocencia, sueños y despreocupación.