Te pienso y se derriten mis sentidos,
De mi cuerpo se apodera una total perturbación,
No puedo contenerme estas ganas de besarte,
De gritarte que te quiero y que me quema el corazón.
Decirte que no hay día que no piense en tu sonrisa,
Que son mis noches tuyas aún en esta soledad,
Que tus besos son mi anhelo y tus caricias mi agonía,
Que tu cuerpo es mi guarida y es tu amor este calvario del que no quiero escapar.
Día y noche en desconsuelo pienso en si regresarás,
En la eterna fantasía del tal vez y del quizás,
Pienso, sueño, subo, bajo, corro, lloro y desespero al descubrir que esta agonía no terminará jamás.
Hoy despierto palpitante aún soñando con tus besos,
Miro al cielo y me repito como lo he hecho tanto ya,
Que no hay hoy ni hay mañana en esta historia de nosotros,
Que el nosotros fue enterrado por un puño de pasado y ya no regresará.
Todos los Derechos Reservados. Alicia Acevedo Inzunza ©