Hoy no escribo nada.
Hoy mis páginas están marchitas.
Hoy mi pluma no es más que tinta
que en la tarde gris se debilita.
Hoy no se conciben ideas
ni se gestan intenciones,
las palabras son sonidos sordos
perdidas en cavilaciones.
No escribo nada hoy.
Nada me inspira.
Nada nuevo se acomoda
en la pasividad del día.
Un día más que no conquista.
Una noche más que no enamora.
Hoy me mata la desgana,
la apatía me aniquila.
No despierta mis sentidos
la presencia imaginaria
de la fuente de mis rimas.
No hay versos nuevos hoy.
No hay poesía.